El reto de la internet catalana después del Covid-19 y el papel de .cat
La crisis por el Covid-19 ha hecho emerger de una manera inesperada el teletrabajo y las relaciones a través de la red entre personas, de las empresas con sus clientes, de las administraciones con los ciudadanos o las escuelas y universidades con sus alumnos. En este contexto sobrevenido, la identidad digital y la existencia de una comunidad reconocida y prestigiada en el mundo de los dominios de internet, como es la de .cat, se convierte en un pilar fundamental para la necesaria reconstrucción que tendrá que venir a nivel económico, social y cultural después de la crisis sanitaria que aún sufrimos.
Con 15 años de existencia que cumplimos este año, la Fundació .cat, una entidad privada sin ánimo de lucro ni filiación política, gestiona más de 110.000 dominios que recogen buena parte de las páginas web y portales en lengua catalana, y que estos días han dado más servicio que nunca a los usuarios, en algunos casos servicios esenciales que han ayudado a salvar vidas, contener el contagio y articular la respuesta pública y cívica ante esta pandemia. La solvencia de este mundo digital en el entorno del dominio .cat, así como la proliferación de aplicaciones móvil y otras herramientas digitales más allá de la página web, se visualiza en un momento estratégico para la Fundació .cat, que quiere ser referente en la internet catalana una vez demostrado el rigor y buena gestión de los dominios .cat y .barcelona.
Hace tiempo que la Fundació .cat se ha significado en distintos aspectos que actualmente, con la crisis del coronavirus, cobran más importancia. Por un lado, el acceso a la página web de empresas pequeñas y colectivos que aún no habían dado el salto hacia la red con una identidad propia y herramientas digitales, al margen de las redes sociales más informales, que pueden mejorar los resultados y la calidad de la relación con sus clientes. Ahora más que nunca esta línea de apoyo es imprescindible, ante el bache económico que está provocando el paro de la actividad en muchos sectores desde la declaración del estado de alarma.
La Fundació gestiona el dominio .cat teniendo en cuenta que es un dominio geográfico de primer nivel que, además de ser de ámbito global, como los genéricos .org, .net y .com, es a su vez un dominio cultural de proximidad. Es esta dualidad la que hace posible que .cat nos conecte con el mundo y a la vez con nosotros mismos y nuestro entorno socioeconómico más próximo. La crisis del coronavirus ha hecho más visible este carácter de proximidad en facilitar, por ejemplo, el acceso a internet de pequeñas empresas, comercios y colectivos localizados en los territorios de habla catalana, que aún no habían dado el salto a la red, con una página web propia y formación para hacer el mantenimiento de las páginas creadas.
La Fundació .cat, como entidad al servicio de la comunidad catalanoparlante en internet, quiere jugar un rol claramente facilitador y de apoyo a la economía catalana de la pequeña y mediana empresa, pero también de autónomos y emprendedores que necesitan una identidad digital robusta y reconocida. Este compromiso viene de lejos y, además de la digitalización de las empresas, .cat se ha implicado con un mundo que estas semanas también se está transformando de repente, como el de la educación. La Fundació .cat ha impulsado los concursos wapps .cat, con miles de estudiantes que han participado en los últimos 10 años de este proyecto, así como la formación digital del profesorado.
Otro ámbito que .cat ha trabajado últimamente, desde otoño del 2017, es el de las libertades individuales y colectivas en la red. A raíz del cierre arbitrario de páginas web del 2017, y más recientemente también a partir de la sentencia del Tribunal Supremo y las reacciones ciudadanas vividas en Cataluña, la Fundació .cat ha impulsado acciones técnicas y jurídicas para evitar que algunas páginas web pudieran ser cerradas o censuradas por razones estrictamente ideológicas siempre y cuando cumplan los requisitos y los estándares internacionales para disponer un dominio de internet como el .cat o el .barcelona.
Desde .cat también hemos querido liderar el debate y la reflexión sobre las garantías democráticas y cómo preservar las libertades ciudadanas en un contexto en el que algunos gobernantes, y esto se está viendo claramente a nivel global, puedan tener la tentación de regular o reducir la libertad de expresión o ejercer un control gubernamental no aceptado en términos de calidad democrática como respuesta a la proliferación de ‘fake news’ y otras malas prácticas. La crisis provocada por el Covid-19 y la respuesta que algunos estados han adoptado en el entorno digital limitando libertades o controlando la información y los datos de los usuarios demuestran que es más necesaria que nunca una Fundació .cat atenta, vigilante e impulsora de garantías pensando en lo mejor para la comunidad catalana en internet. En este sentido, se organizarán jornadas públicas de debate y reflexión para adaptar el compromiso de .cat a las actuales circunstancias. La experiencia de .cat nos avala para defender que los propietarios de dominios .cat disfruten de un prestigio, de una marca personal, empresarial o institucional, asociado a la credibilidad tan necesaria en momentos en que el anonimato puede favorecer la desconfianza que, por culpa de las ‘fake news’, podría imperar en la red.
La Fundació .cat vela por los derechos digitales y la internet de los catalanoparlantes. Un ejemplo de esta actividad de observación ha sido el análisis hecho de la situación general de la conectividad de la red y la degradación provocada por la pandemia del Covid-19 en Cataluña, Islas Baleares y Valencia, a partir de datos proporcionados por Ookla bajo un acuerdo de colaboración que se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2020 con la inclusión de Andorra y Cataluña Norte.
Desde nuestra independencia de actuación y para ayudar a la comunidad catalana en la red, la Fundació .cat quiere reforzar su papel de facilitador, de garantía de solvencia en internet y de debate sobre la amenaza que sufren las libertades individuales y colectivas en el entorno digital. Creemos que es la mejor forma que tenemos para contribuir a la reconstrucción de nuestra comunidad, que o será digital o no será.
Carles Salvadó Usach
Presidente de la Fundació .cat