‘Makers’ contra el coronavirus
Un compendio de las iniciativas ciudadanas más destacadas para parar la pandemia.
La crisis sanitaria por el brote global del virus COVID-19 ha llevado a los hospitales y profesionales de la salud de todo el mundo al límite, pero sobretodo en el norte de Italia, el país con más muertos por la pandemia en estos momentos. Fruto del llamado de los centros sanitarios, a mediados de marzo una empresa italiana de impresoras 3D inició la producción de uno de los instrumentos más preciados estos días: las válvulas respiratorias. Son los llamados “makers”. El término ‘maker’ designa a los individuos implicados en el movimiento maker: una cultura de la autoproducción y solución de problemas con raíces en el do it yourself (háztelo tú mismo) y el movimiento hacker que, armados con impresoras 3D y software de diseño, producen todo tipo de objetos los diseños de los cuales ponen a disposición de la comunidad utilizando código abierto.
Rápidamente, esta iniciativa maker para producir respiradores se extendió en los Països Catalans. Lo hizo hasta el punto que la consejería de Salud de la Generalitat de Cataluña ya ha anunciado un acuerdo con el Consorcio de la Zona Franca, Seat, Hewlett Packard, el consorcio sanitario de Terrassa y el Parc Taulí de Sabadell para fabricarlas. Aunque en este artículo os mostraremos algunas de las propuestas que ha impulsado la ciudadanía hasta ahora:
Máscaras protectoras
Estudiantes de la barcelonesa Escola Massana de arte y diseño han creado una máscara protectora para los sanitarios. Libreguard, así la llaman, consiste en tres cintas de sujeción y una pantalla de plástico transparente. La producción de máscaras está pensada para ser hecha y montada en un minuto y por un precio de 20 céntimos cada una con una única hoja del mismo material, de fácil limpieza y de la cual se puede reutilizar la estructura. El producto está registrado con una licencia que permite la copia y mejora, y sus creadores han abierto un canal por si alguien encuentra una manera de mejorarlo.
Una iniciativa parecida se está llevando a cabo en Terres de l’Ebre. El equipo impulsor de la propuesta surge del llamado a organizarse a través de grupos de Telegram que se han hecho en todo el mundo y ha contado con el apoyo del Institut de l’Ebre de Tortosa. El CatSalut ya ha dado luz verde a un prototipo que se ha comenzado a utilizar en el Hospital Verge de la Cinta de Tortosa y el ayuntamiento de Móra d’Ebre ha cedido impresoras 3D para proveer de máscaras protectoras a los profesionales sanitarios. Propuestas parecidas han surgido en Olot, la Garrotxa, o en Lleida. Los centros sanitarios del Camp han hecho un llamado a las empresas que trabajen con impresión 3D a producir este material para reforzar sus stocks.
Apertura de puertas sin contacto de las manos
El Parc Taulí de Sabadell dispone de un laboratorio 3D que trabaja en el impulso de propuestas como las mencionadas. Con un equipo formado por ingenieros biomédicos, el parque sanitario de la cocapital del Vallès Occidental está trabajando en el escaneo de piezas de respiradores y en máscaras de plástico como las de libreguard, pero también en un sistema con el que abrir puertas sin necesidad de tocarlas con las manos y evitar, así, un contagio. Una iniciativa homóloga se está impulsando en la Seu d’Urgell, donde ya se ha imprimido un utensilio que permite abrir puertas sin tocarlas con las manos.
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