Enseñanza digital, tema del mes de diciembre
Enseñanza y digitalización están evolucionando de la mano debido a las restricciones debido a la pandemia.
La era de la pandemia ha acelerado la introducción de las nuevas tecnologías en las aulas de nuestro país. La digitalización de las aulas, que quizás antes de la crisis sanitaria era todavía una apuesta por hacer, o una apuesta pendiente, ahora se convierte en una necesidad para las comunidades educativas. La presencialidad puede ser un problema y hay que asegurar que todo el alumnado puede seguir las clases desde casa, sea cual sea la posición económica de la familia.
Los docentes tienen a su alcance un amplio abanico de recursos digitales disponibles para descargar y poder utilizar en sus clases. Desde el listado que pone a disposición la Red Telemática Educativa de Cataluña en su web, pasando por la selección de recursos de la Xtec en Google Sites, para finalizar con Merlí, un catálogo de recursos educativos digitales desarrollado por el Departamento de Enseñanza.
Robótica y enseñanza
La robótica y la programación son dos habilidades cada vez más presentes en los ámbitos educativos y, por tanto, marcarán decisivamente el mercado laboral del siglo XXI. En esta línea, la robótica educativa es un sistema de aprendizaje que se puede aplicar a cualquier disciplina de la enseñanza y que usa los robots y la programación como hilo conductor.
Son una herramienta eficaz para la resolución de problemas de cualquier tipo, requieren del alumno un trabajo mental abstracto en el que tiene que descubrir cuál es la mejor opción para, por ejemplo, salvar un obstáculo. El abanico de opciones y de dificultad de los ejercicios es amplísimo, y responde a las necesidades y objetivos de cada una de las etapas del aprendizaje del alumno.
Dudas y miedos
En la era de la información y de Internet, niños y adultos necesitamos herramientas para hacer un uso responsable de la red. En la galaxia Internet hay sobreinformación y falsas noticias; pero también es un instrumento valioso de trabajo, de ocio, de formación y, de hecho, un instrumento para (casi) cualquier cosa que nos ocurra. Ahora bien, para algunas personas como los menores de edad, Internet puede ser un problema relacionado con la adicción o la desconexión progresiva del mundo físico y real a través de la creación de identidades digitales.
Para los adolescentes y jóvenes, las redes sociales son un espacio principal y de consenso en el que se relacionan sexoafectivamente y, con demasiada frecuencia, donde aparecen como reproductoras y potenciadoras de las violencias machistas. Las redes suelen ser su escaparate social y, a menudo, también escaparate de su propia hiperexposición y sexualización. Esta hiperexposición puede desencadenar procesos de ansiedad y de adicción al móvil.
Ahora bien, aunque los peligros son reales y hay que educar a los niños para evitar estos episodios, las ventajas para la educación que aportan los teléfonos inteligentes deberían hacer superar nuestros miedos y exprimir al máximo el que la tecnología ofrece a alumnos y profesorado. La lista de actividades formativas que podemos llevar a cabo con un móvil es inacabable.
¿Hay que digitalizar las escuelas a marchas forzadas o ya había antes de la pandemia una red básica de ordenadores, tabletas y otros recursos que permitan una enseñanza a menudo a distancia y muy dependiente de los recursos tecnológicos? ¿Estamos obligando niños a que pase más tiempo pendientes de una pantalla? ¿Cuánta parte de desconocimiento y cuánta de miedos justificadas tienen los adultos hacia el uso que hacen jóvenes y adolescentes de Internet y las redes?
Estas y otras preguntas serán las que nos formularemos, y trataremos de responder, durante el mes de diciembre en la web de la Fundació .cat.