«Hace falta una estrategia de país para tener Internet en todas las casas, y gente formada para usarla»
Sònia Moragrega es coordinadora de la Comisión de Inserción Sociolaboral de ECAS. En esta entrevista hablamos de como el proceso de digitalización y la brecha digital afectan la gente que atienen las entidades del tercer sector y el sector social.
Cómo afectan las desigualdades de acceso y uso regular de las nuevas tecnologías entre la gente que atendéis al tercer sector?
La brecha digital está relacionada con la parte social y educativa de las personas. Con el confinamiento y la pandemia, la brecha digital se ha agraviado y se ha hecho mucho más evidente. En pandemia, los acompañamientos individualizados los estamos haciendo por Internet, con videoconferencias porque no se puede hacer presencial.
En la enseñanza ha pasado mucho. El hecho que se tuvieran que seguir las clases en línea hizo que muchos alumnos no pudieran seguir las clases con normalidad. Hay un sesgo en el acceso en varios colectivos.
Qué colectivos se han visto más perjudicados por esta situación?
Por un lado, los estudiantes, que la pandemia nos pilló sin estar del todo preparado el sistema de enseñanza. Pero también las personas mayores que tienen un sesgo de uso de las nuevas tecnologías. Por otro lado, esta pandemia ha afectado también mucho las personas vulnerables que necesitaban comunicarse con la administración para pedir alguna ayuda o hacer cualquier otro trámite.
Las entidades que nos dedicamos al acompañamiento en temas de inserción y orientación laboral hemos visto un problema claro de brecha digital. Hay colectivos que tienen una dificultad evidente de uso y acceso en programas en línea para buscar trabajo. Para llegar a estos colectivos tenemos que generar diversidad de estrategias.
Habéis detectado muchos problemas por parte de la ciudadanía en la hora de tramitar el Ingreso Mínimo Vital.
Es una ayuda que se tiene que tramitar de manera electrónica, y que va dirigida a un colectivo vulnerable, de forma que afecta directamente al problema de la brecha digital. Por lo tanto, ha supuesto una dificultad muy grave de acceso a este Ingreso.
En concreto, se puede pedir con firma digital o bien a través de un formulario a un portal web. Si descartamos la firma digital, que es complicada de conseguir y muy poca gente dispone, solo queda el formulario. Este formulario lo gestiona una empresa externa, de forma que va todo más lento y el proceso se alarga una media de cuatro meses. Imagínate qué son cuatro meses sin cobrar para una persona que pide el Ingreso Mínimo Vital.
Yo entiendo la brecha digital como la desigualdad entre grupos de población en el acceso y capacitación mínima para moverse en el mundo digital. Ha faltado formación.
Estamos hablando de dos tipos de dificultades: de uso y de acceso. Qué queremos decir?
Podemos encontrar los dos problemas juntos o bien por separado. Hay población que no tiene capacidad de acceder desde el domicilio principal por carencia de recursos; y aquí se ha trabajado mucho desde varias vías para revertir esta situación. Como que casi todo el mundo tiene un móvil, ahora es algo más fácil. Hace falta una estrategia de país para tener Internet en todas las casas, y gente formada para usarla.
El que no es tan simple es acabar con la brecha de uso digital. Hace falta un plan concreto de mejora de los usos que la gente hace del hecho digital. Hay demasiada gente para quién hacer un trámite en línea o pedir hora al médico por Internet es todo un problema.
Yo entiendo la brecha digital como la desigualdad entre grupos de población en el acceso y en la capacitación mínima para moverse en el mundo digital. Ha faltado formación. Las entidades estamos quizás más vuelcos en esto, a través de la alfabetización digital, que tiene que ser transversal para poder actuar.
Qué son los Next Generation y qué oportunidad despiertan?
Se trata de una estructura de financiación que vendrá de los Fondos Sociales Europeos para dar respuesta a la crisis económica vinculada a la situación de pandemia. Los fondos llegarán al Estado, y a partir sus ministerios se organizan varios programas de recuperación de la ocupación y de la economía.
Aquí se abren varias oportunidades. Esperamos que sirvan para crear más lugares de trabajo a las llamadas economías verde, azul, digital y de las curas. La recuperación del país tiene que ir paralelos a la creación de nuevos lugares de trabajo vinculados a las economías del futuro.
En cuanto a la digitalización, es una de las economías en que vemos que se apostará más a partir de ahora, y que puede generar más ocupación y valor añadido.
Desde ECAS estamos gestando de hace un tiempo un proyecto de digitalización des procesos que usamos con las personas que orientamos y asesoramos en temas laborales. Con la intención de sustituir la parte más presencial del proceso de orientación e inserción siempre que la situación de la persona así lo permita.