Una breve selección de series gratuitas de los Països Catalans con las que pasar el confinamiento
Para combatir el aburrimiento os dejamos un pequeño compendio de joyas desconocidas para el gran público catalanohablante.
A aquellos que no trabajamos en servicios esenciales y nos podemos permitir el lujo del teletrabajo nos esperan unos cuantos días de confinamiento, de estar un montón de horas encerrados en casa. En una situación como esta no está de menos encontrar alguna manera de ocupar nuestro tiempo, de distraernos ante el bombardeo constante de información sobre la pandemia del coronavirus. Los afortunados con Netflix, HBO, Amazon o la oferta de Disney ya deben de haber empezado alguna serie con una docena de temporadas, propuestas en catalán incluídas, como la mundialmente conocida Merlí. Otros habrán optado por sacarle el polvo a clásicos de la televisión pública catalana como Les teresines o Plats bruts. Si queréis explorar nuevos horizontes seriófilos en catalán, aquí os dejamos una lista de producciones de los Països Catalans que no os podéis perder:
Esta serie mallorquina que se comenzó a emitir a finales de 2017 explica la historia de Neus, una joven que una vez que pierde su trabajo de becaria en Londres vuelva a Palma después de pasarse siete años en el Reino Unido. Y el retorno no será fácil: la protagonista de la serie se encuentra también en plena crisis existencial al encontrarse las antiguas amistades crecidas y con su vida ya hecha. La multipremiada serie, dirigida por Joan Fullana y Lluís Prieto y con guión de Joan Yago y el mismo Fullana es todo un retrato de la crisis de los 30 que seguro que no os dejará indiferentes.
Y de Palma a Castelló a través de La Vall, la historia de un pequeño pueblo ubicado en la Serra d’Espadà que, para no acabar desapareciendo, ofrece algunas de sus casas abandonadas a nuevos vecinos. Esta ficción cabalga a medio camino del thriller y la estampa bucólica de una localidad que esconde muchos más secretos además de su situación remota. La primera temporada de la serie cuenta con unos trece episodios de una hora de duración. La serie se estrenó en 2017 y cada capítulo contó con un presupuesto de cerca de 100.000 euros.
Para un público más joven, la plataforma Playz de TVE emite Drama desde hace ya unos meses. Creación de Dani Amor y protagonizada por Elisabet Casanovas, conocida por su papel en Merlí. Casanovas interpreta a África, una chica barcelonesa que se queda embarazada pero que no sabe con seguridad de quién: este es el hilo conductor de una historia que repasa los affaires vividos con cada uno de los hombres que pasan por la vida de la joven mediante el recurso de la analepsis. Como forma de aportar verosimilitud a la localización del relato, los personajes de la serie, de entre los que destaca el actor David Solans, intercalan el catalán y el castellano.
Si con Mai neva a Ciutat habéis hecho corto de dosis de crisis de los 30 podéis intentar dar un vistazo a Les molèsties, una serie de seis capítulos dirigida y protagonizada por Roger Coma sobre la vida de tres parejas barcelonesas con hijos con un cierto aire a la filmografía de Woody Allen. Una aportación seriófila sostenida en unos diálogos refinados que narran la tensión existente entre las pulsiones de una juventud que se marchita y una vida adulta que intenta abrirse paso en forma de asunción de responsabilidades. Un poco como las canciones de Manel.
Para un público de más edad tenéis la adaptación de la serie de la televisión pública gallega Padre Casares. Estrenada en 2011, esta producción valenciana explica la llegada de un nuevo joven rector al pueblo imaginario de Sant Antoni de Benifassem. Senyor retor hizo unas cifras de audiencia bastante buenas en el transcurso de las dos temporadas de trece capítulos cada una emitidas en el desaparecido Canal 9 ¡Bien merece una oportunidad!
Volviendo al público más jovencito, Oh my goig es una apuesta a medio camino de la ficción y la vocación pedagógica, una especie de versión en catalán de la popular serie de Netflix Sex Education. Este programa ha sido utilizado como instrumento pedagógico, como ya ha pasado con ofertas televisivas como el InfoK, poniendo énfasis en la dimensión afectivo-sexual de los más jóvenes. Para llevar a cabo la serie, la productora Camille Zonca contó con un pequeño “comité de asesoras” de entre 17 y 20 años que contribuyeron a incrementar el realismo de la propuesta.
¿Conocéis más propuestas en catalán y de acceso gratuito que creéis que vale la pena enumerar? Como dice Maite Bassa, protagonista de la serie (aún piloto) Mercè d’Horta, cuando no podemos salir siempre podemos encontrar inspiración en algún rinconcito de casa, y estas series nos pueden inspirar a las nuevas audiencias catalanohablantes a vivir, sentir, amar y montarnos un buen drama en catalán.